Tojinbo es un escarpado acantilado de unos 25 metros de altura, formado por las encrespadas olas del Mar de Japón. Declarado Monumento Natural y Lugar de Belleza Escénica, es un tramo de un kilómetro de longitud de paredes rocosas con juntas columnares dinámicas. Las juntas columnares de Tojinbo están hechas de andesita de piroxeno (dacita), que es geológicamente poco común. Este tipo de juntas columnares se suelen encontrar únicamente en Corea del Sur y Noruega.
El acantilado de Tojinbo se formó debido a la antigua actividad volcánica que hubo y ha sido moldeada por la erosión marina que se sigue produciendo también a día de hoy. Si se toca la superficie de las rocas, se puede sentir el poder de la naturaleza. Una de las mejores formas de contemplar los acantilados es desde el mar, a bordo de un barco turístico acompañado por un guía.
Tojinbo se eleva sobre el Mar de Japón, y ofrece unas espectaculares vistas de la puesta de sol bajo el horizonte. Aquí tiene lugar un fenómeno único llamado «destello verde», en el que el sol poniente parece brillar con una tonalidad verde, causado por ciertas condiciones meteorológicas justo antes de la puesta de sol. Es una experiencia única que sólo se puede vivir en Tojinbo.
Oshima es una pequeña isla frente a la costa de Tojinbo a la que se puede llegar a través de un puente color bermellón. Cruzando el puente hay que subir los 78 escalones de piedra para llegar al tranquilo santuario de Ouminato. La isla está rodeada de un hermoso bosque virgen, y siguiendo el sendero que la rodea, se puede disfrutar del paisaje natural poco conocido.
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Fuente: «Tojinbo». japan-travel.com. Japan Travel, 2024. Web. 22 de mayo de 2023. Foto © 2024 Yuko Yuko.