El Santuario Kanayama era popular entre las trabajadoras sexuales que rezaban por protección contra las enfermedades de transmisión sexual. En él están consagrados los dioses de la minería y los herreros, Kanayamahiko y Kanayamahime, respectivamente. Esto puede parecer totalmente ajeno a los falos; sin embargo, la leyenda japonesa dice que sanaron a la diosa sintoísta…