El papel de la geisha es el de anfitriona, especialmente en las casas de té. Debe dominar varias artes, entre ellas el canto, el baile y la música. Desde pequeñas, las geishas conocen las artes tradicionales y aprenden a servir el té respetando los ritos. No sólo trabajan en casas de té. Sus servicios también son muy solicitados en banquetes y recepciones.
La geisha debe estar dotada de muchos talentos para acoger y entretener a los invitados. También debe tener talento para la conversación, ya que se le pide que hable sobre literatura y poesía japonesas con los invitados. También sabe tocar varios instrumentos musicales, como la flauta japonesa, el okawa y el taiko. También practica caligrafía y sabe ikebana. Su función principal es dominar todos los aspectos de la ceremonia del té.
Diferentes talentos
Cuando asisten a banquetes o fiestas en restaurantes, las geishas no sirven a todos. Los clientes deben saber comportarse según los códigos establecidos con las geishas y deben demostrar su capacidad de pago. Los clientes pagan tarifas de geisha. Si se retrasan en el pago, la propia dirección del restaurante se encarga de compensar a las geishas.
Las geishas bailarinas pueden mostrar sus habilidades en festivales de danza. Allí también ofrecen representaciones de teatro kabuki. Las geishas no reciben salario por estas manifestaciones. Más bien es una marca de prestigio y una oportunidad para darse a conocer.
Inicialmente, se necesita mucho tiempo para aprender a dominar todas estas disciplinas. Las candidatas reciben diferentes nombres según la etapa en la que se encuentren. Cuando empiezan desde pequeñas, son shikomi, al servicio de las geishas para quienes realizan las tareas del hogar. Observan a sus superiores para aprender los conceptos básicos de su futura profesión.
Cuando inician su formación artística, las niñas reciben el nombre de minarai. Comienzan a trabajar en casas de té, donde conocen la ceremonia. Luego, cada aprendiz queda bajo la protección de una geisha que le enseña todas las facetas de su arte. Tras un examen y una ceremonia especial, la aprendiz acaba siendo recibida como maiko, años después llega a ser geisha.
La ciudad de las geishas
Las geishas viven en los barrios que se les asignan. Se encuentran principalmente en Kioto, que es tradicionalmente la ciudad de las geishas. Aquí es donde aparecieron por primera vez. Están vinculados a una okiya, o casa de geishas, donde no necesariamente viven. Hoy en día, las geishas todavía pueden vivir en una okiya, al igual que pueden vivir en su propio alojamiento.
Tokio es otra ciudad importante para las geishas. Presenta un festival de danza en el que participan. La mayoría de las geishas de la ciudad viven de forma independiente, y la okiya a la que están adscritas sirve sólo como vínculo entre ellas y sus clientes.
Si la geisha vive en una okiya, ésta le proporciona alojamiento y kimonos para la práctica de su arte y, a cambio, ella le paga parte de su salario. Si vive de forma independiente, tiene que comprar los kimonos ella misma, pero se queda con todos sus ingresos.
La geisha necesita un protector que la ayude a tener mejores ingresos y conseguir más compromisos. Este es un hombre rico que le da regalos y al mismo tiempo le paga por sus servicios. Este protector se llama danna. Una ceremonia consagra su asociación. Antiguamente, esta relación implicaba implícitamente sexo.
Se supone que las geishas no deben tener relaciones románticas con sus clientes. Quienes se casan deben abandonar la profesión.
Durante los primeros siglos de ejercicio de la profesión, la futura geisha era vendida por una familia pobre para ser entrenada. Hoy en día, la profesión se ejerce de forma voluntaria. Ya no es necesario entrar en una casa de geishas desde la infancia. Aunque el aprendizaje es largo, las jóvenes candidatas reciben ahora un mejor trato por parte de sus superiores, ya que la profesión atrae menos que en el pasado.
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Fuente: «Discover the history and secrets of Geisha». artisanofasia.com. Artisan D’Asie, 2023. Web. 30 de abril de 2024. Foto © 2023 Gejideji.