En junio de 2020, la supercomputadora japonesa Fugaku obtuvo la certificación como la computadora más rápida del mundo. Con altos niveles de rendimiento y versatilidad, ya ha logrado resultados positivos en la lucha contra el COVID-19.
La supercomputadora japonesa Fugaku ha atraído mucha atención por ayudar a combatir la actual pandemia de coronavirus. El Instituto RIKEN y Fujitsu Ltd. comenzaron a desarrollarlo conjuntamente en 2014, Fugaku puede verse como una fusión de la destreza tecnológica japonesa.
Una de las principales prioridades del diseño fue crear un sistema que fuera fácil de usar. El microprocesador A64FX recientemente desarrollado por Fujitsu ha logrado una notable versatilidad al ejecutar una amplia gama de software mediante la utilización del conjunto de instrucciones ARM de fabricación británica para aplicaciones de trabajo. Otra característica notable es la capacidad de ahorro de energía de Fugaku: el año pasado ocupó el primer lugar en el mundo en Green500, una clasificación global basada en la eficiencia energética de las supercomputadoras.
Más recientemente, Fugaku obtuvo el primer puesto en varias clasificaciones mundiales importantes de rendimiento de supercomputadoras, incluido el TOP500 (para velocidad de cálculo), HPCG (para rendimiento en aplicaciones prácticas), HPL-AI (para rendimiento de procesamiento de IA) y Graph500 (para grandes procesamiento de datos). Esta es la primera vez que un superordenador encabeza el ranking en las cuatro categorías. Además, Fugaku superó significativamente a sus competidores más cercanos, un logro notable.
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Fuente: «The World’s Fastest Computer Leading COVID-19 Research», japan.go.jp. The Government of Japan, 17 de junio de 2020. Web. 8 de agosto de 2021. Foto © 2020 RIKEN.