Cada verano, la fiebre del Koshien se extiende por todo el país, ya que los cazatalentos profesionales de los EE. UU. y Japón observan el torneo junto a legiones de fanáticos. La asistencia alcanza un máximo de más de 40.000 personas para el juego final. Televisado en vivo en varias estaciones con aproximadamente seis millones de espectadores, Koshien crea héroes nacionales, atrayendo un frenesí mediático único en los deportes de secundaria. Los fanáticos del béisbol y los no fanáticos por igual se emocionan con las historias del verano de Koshien. Japón se une como un solo país para ver los juegos.
¿Cómo explicar la enorme popularidad de Koshien? En resumen, estos colegiales representan las mejores cualidades que se encuentran en los deportes japoneses: una ética de trabajo autodisciplinada, trabajo en equipo, resiliencia, cualidades que se valoran no solo en los deportes sino en la vida. Los jugadores que se llevan a casa la tierra sagrada de Koshien, un recuerdo para cualquier atleta que llega al campo, son valorados en Japón por los futuros empleadores e idealizados por los espectadores. (Japan Times 4 de agosto de 2014).
No me había fijado en un detalle que parece lo más normal en Japón. Este campeonato intercolegial de béisbol se realiza dos veces al año, uno en la primavera y otro en verano. Este año celebran el torneo número 104. El formato es simple, el representante de cada prefectura tiene derecho a participar. Los partidos son sorteados públicamente y los equipos que ganan permanecen en competencia hasta irse eliminando partido tras partido. Hay cuatro partidos cada día que se juegan en un solo estadio, Koshien, ubicado en la ciudad de Nishinomiya.
Este torneo es muy popular en todo Japón y es televisado. Yo no suelo prestar atención a este deporte pero el resto de miembros de la familia son muy aficionados y a veces miro con ellos. Después de tanto años de vivir en este país noté algo que me llamó la atención profundamente.
Cuando el partido termina, el himno de la escuela ganadora es entonado mientras los dos equipos permanecen parados firmemente lado a lado, con los árbitros en la mitad. Una vez terminada la música, primero se retira a los vestuarios el equipo ganador. Aquí viene lo asombroso: mientras los jugadores van bajando a los camerinos, el entrenador del equipo perdedor felicita verbalmente a los que hasta hace poco eran sus rivales y luego al entrenador. Solo cuando todos han bajado, es el turno del equipo perdedor de retirarse.
No es de extrañarse que nunca haya peleas ni reclamos en los partidos. Respeto ante todo. Para mí es simplemente increíble.
19 de agosto de 2024. Foto © 2024 Koshien Stadium.