A pesar de ser el territorio más grande de Japón en cuanto a superficie, sorprende descubrir que menos del 5% de la población del Japón vive en esta prefectura, lo que la convierte en uno de los destinos ideales para los amantes de la naturaleza. Su capital, Sapporo, con sus calles amplias parecen desiertas en comparación con las de Tokio u Osaka.
No es de extrañar, teniendo en cuenta lo cerca que se encuentra esta isla de Siberia, de sus vientos helados. Pero Hokkaido no es solo frío y nieve.
Historia
Se cree que los primeros habitantes de Hokkaido llegaron a esta tierra a través de la actual isla rusa de Sahalin. Hokkaido significa, literalmente, «Camino del Mar del Norte», pero esta isla era conocida como «Ainu Moshiri» (Tierra de los Ainu) Ainu=humano», por lo que a estos primeros colonizadores se les conoce como Ainu.
La cultura Ainu tuvo que luchar contra el avance imparable de los «Wajin» (como se conoce a los pueblos principales de Japón) hacia los territorios del norte, a los que éstos llamaban entonces Ezo o Ezochi. Siendo un pueblo que subsistía a base de la pesca, la caza y el intercambio de arroz con el resto de Japón y sin una fuerza militar, pronto los Ainu vieron como aumentaba la ocupación de sus tierras por los colonos japoneses.
Sin embargo, los Ainu nunca fueron víctimas pasivas, y desde que la presencia nipona se volviese gradualmente más intrusiva, las revueltas e incluso batallas fueron constantes entre ambos territorios. La resistencia por parte de los aborígenes no disminuyó el interés del resto de Japón por Hokkaido y sus ricos recursos naturales.
Con la llegada del siglo XIX, la población Ainu estaba diezmada y, en el año 1899, Japón aprobó una ley conocida como Ley de Protección de los Aborígenes de Hokkaido, que arrebató los territorios a los Ainu y terminó por poner en peligro sus costumbres, casi todas prohibidas para entonces.
Esta ley perpetuó los prejuicios contra los primeros habitantes de Hokkaido al calificarlos directamente de ciudadanos de segunda en su propia tierra. Para el final de la restauración Meiji, Ainu Moshiri era un lugar totalmente distinto al que los Ainu conocían, no solo por la presencia japonesa, sino también por la influencia occidental que contribuyó a que la isla pasara a llamarse Hokkaido, topónimo que ha llegado hasta nuestros días.
No sería hasta el año 2.008 que los Ainu recuperarían su condición de pueblo indígena, con una historia, cultura, lengua y tradiciones diferentes a los del resto del país reconocidas por el gobierno japonés.
Hokkaido experimenta veranos frescos, con bajos niveles de humedad. El invierno trae consigo fuertes nevadas y temperaturas medias inferiores a los cero grados centígrados. El otoño llega a Hokkaido antes que a cualquier otro lugar de Japón y trae consigo un tapiz de hojas coloridas. Por otro lado, la primavera llega tarde y ofrece vistas de los cerezos en flor mucho después de que hayan desaparecido de otras regiones de Japón. Cada estación trae nuevas y encantadoras maravillas naturales para que los visitantes exploren, desde hielo a la deriva y picos nevados hasta campos y campos de flores multicolores. La gente de Hokkaido está muy orgullosa de su isla y a menudo comparan estos paisajes icónicos con obras de arte pintadas.
Hokkaido no sería lo que es hoy sin los esfuerzos de una serie de iniciativas especiales y esfuerzos para preservar su belleza natural. Hogar de una amplia variedad de paisajes naturales incluído Shiretoko, Patrimonio Mundial Natural, Geoparques reconocidos mundialmente y humedales de la Convención de Ramsar, así como seis parques nacionales, cada uno con una flora y fauna únicas, y numerosas cadenas montañosas volcánicas.
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Fuente: «Hokkaido Love». en-visit-japan.jp. Hokkaido Official Tourism, 2022. Web. 18 de octubre de 2023. Foto © 2023 Japan Travel.