Una pregunta acerca del plan de salud en Japón me animó a relatar esta experiencia personal. Según la publicación International Citizens Insurance, los mejores sistemas de salud tienen a Singapur, Japón, Korea, Taiwán y China en los cinco primeros sitios. Explico algunas características del sistema de seguridad social en Japón.
El plan de seguro médico en Japón es universal y es descontado de los salarios. A cambio de eso hay una red de clínicas y hospitales públicos y privados en todo el país que permite a cualquier persona a ser atendido en cualquier institución médica. El paciente paga el 30% del costo y el resto es cubierto por el seguro médico.
Toda la población en Japón está obligada a inscribirse en el seguro médico público y pagar puntualmente las primas del seguro. Incluso si no hay planes de ver a un médico, hay que pagar el seguro. No hay descuentos para estudiantes.
El seguro público de atención médica del Japón se divide a grandes rasgos en dos entidades: 1) el Seguro Social de empleados dirigido principalmente a los empleados en las compañías y, 2) el Seguro Nacional de Salud dirigido a quienes se dedican a la agricultura, la silvicultura y la pesca, los trabajadores por cuenta propia, los jubilados y otros.
La cantidad que paga por el seguro se calcula en función de los ingresos anuales del año anterior calculados de enero a diciembre. Lo gestiona cada gobierno municipal de Japón y cada ciudad cobra tarifas diferentes. Esto significa que la prima es diferente según la ciudad en la que viva.
El seguro social se descuenta directamente del salario. Por ejemplo, un profesor de inglés en una institución privada con un salario bruto de 250.000 yenes y un subsidio de transporte de 15.000 yenes pagaría en total 29.234 yenes al mes (aproximadamente 250 dólares en 2024). Esta cantidad es deducida del salario y el empleador iguala esa contribución.
El seguro social cubre los altos costos médicos asociados con la cirugía y la hospitalización. También contribuye a los costos del parto y, en algunos casos, cubrirá los gastos médicos en el extranjero.
Los beneficios incluyen atención hospitalaria, ambulancia, atención de salud mental, medicamentos recetados, atención médica domiciliaria y atención dental.
Este sistema es lo usual en Japón. No se si es caro o barato, pero me he acostumbrado a este servicio. Pongo un ejemplo actual, el exámen de la próstata.
Día sábado 15 de junio. Visito al médico general con los resultados del examen médico anual. El médico nota que la marca de PSA (Prostate Specific Antigen) ha aumentado en relación al año anterior y me sugiere ir al urólogo. Costo de la visita, siete dólares. Tiempo de espera, cinco minutos.
Día lunes 17 de junio. Voy al urólogo. Me hace un examen de ultrasonido y luego un examen táctil. No encuentra nada anormal pero quiere un examen MRI (Magnetic Resonance Imaging) para desechar cualquier duda. El realiza la cita con el hospital más cercano a mi casa y me da una carta de recomendación. Costo de la visita y los dos exámenes, 34 dólares. Tiempo, 20 minutos en total considerando que había dos pacientes antes que yo llegara.
Día viernes 21 de junio. El hospital queda cerca y a la hora fijada me explican el procedimiento. Paso acostado 30 minutos en la cámara de resonancia magnética y luego me entregan un CD con el resultado. Son fotos tomadas desde diversos ángulos. Costo, 70 dólares. Tiempo, 10 minutos de la preparación y 30 minutos del examen; en total 40 minutos. Nada de espera. Desde que salí de casa hasta el regreso, han pasado 75 minutos.
Cuarto día
Todavía no he ido porque la citas es para el próximo día sábado 29 de junio.
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Fuente: «El sistema de seguridad social en Japón». j-blog.uk. 22 de junio de 2024. Foto © 2024 MRI Department of Diagnostics, Hokkaido University.