El castillo de Hirosaki alberga uno de los 12 torreones construidos antes del siglo XIX que se conservan en Japón al día de hoy, lo que lo convierte en la fortaleza más septentrional del archipiélago nipón en hacerlo. Sus alrededores, que se han habilitado como parque, se han convertido en uno de los lugares más célebres del país para contemplar los cerezos en flor.
El castillo de Hirosaki lo planificó Tsugaru Tamenobu, que unificó la región de Tsugaru (la parte occidental de la actual prefectura de Aomori), pero fue su hijo, Tsugaru Nobuhira, quien se encargó de terminarlo. Desde entonces se ha convertido en todo un símbolo de la zona.
El vasto terreno donde se ubica el castillo tiene una superficie de unas 50 hectáreas, con cerca de 600 metros en dirección este-oeste y alrededor de 1.000 en dirección norte-sur, y alberga seis recintos rodeados por un foso de tres capas y obras de tierra. En la actualidad se conservan el torreón, tres atalayas y cinco puertas.
Los muros de piedra que sirven de base del torreón se han deteriorado con el paso del tiempo, de ahí que en 2014 se comenzara su restauración, cuyo final está previsto para 2025. En 2015 se llevó a cabo la parte del proceso denominada hikiya; es decir, la reubicación de un edificio sin desmantelarlo. Concretamente, se trasladó el torreón 70 metros, labor que duró tres meses. Movilizar la estructura que tiene 14,4 metros de altura y pesa unas 400 toneladas, fue una tarea compleja.
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Fuente: «Cien castillos de Japón: el castillo de Hirosaki (Aomori)». nippon.com. Una ventana a Japón, 2022. Web. 25 de mayo de 2024. Foto © 2023 Hirosaki City.